Muchas personas solo acuden al dentista cuando sienten dolor… pero para entonces, el problema ya suele estar avanzado.
La realidad es que la mayoría de las enfermedades bucales empiezan de forma silenciosa, sin síntomas evidentes, y pueden evolucionar durante meses sin que el paciente lo note.
Si ha pasado más de un año desde tu última revisión, este artículo es para ti.
1. Caries que avanzan sin ningún síntoma
Las caries no siempre duelen.
De hecho, pueden progresar durante meses erosionando el esmalte sin causar molestias. Cuando aparece el dolor, normalmente ya afectan a capas profundas del diente o incluso al nervio.
Esto se traduce en:
- Tratamientos más complejos (empastes grandes o endodoncias).
- Mayor riesgo de infección.
- Costes más elevados.
Una revisión a tiempo habría evitado todo esto.
2. Enfermedad periodontal sin detectar
La gingivitis y la periodontitis comienzan con señales tan leves que muchas veces pasan desapercibidas:
encías que sangran, mal aliento, inflamación leve…
Sin revisiones, el problema avanza hasta provocar:
- Pérdida de encía
- Pérdida de hueso
- Movilidad dental
- Pérdida definitiva de dientes
Además, la periodontitis se relaciona con enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras afecciones sistémicas.
No es una simple “inflamación”: es una enfermedad seria que requiere control profesional.
3. Desgaste dental y bruxismo no tratados
Apretar o rechinar los dientes—generalmente por estrés—puede desgastarlos, fracturarlos o causar dolores de cabeza, cervicales o mandíbula.
Muchas personas no se dan cuenta hasta que:
- Rompen una pieza
- Descubren un desgaste avanzado
- Sufren un dolor constante en la articulación
Una férula a tiempo evita estos daños.
4. Problemas con prótesis o implantes
Incluso si tienes implantes, coronas o prótesis, deben revisarse regularmente.
El hueso y las encías cambian con el tiempo, y estos pequeños cambios pueden provocar:
- Inflamación alrededor del implante
- Aflojamiento de coronas o puentes
- Acúmulo de placa en zonas difíciles
Una revisión permite ajustar, limpiar y mantener todo en perfecto estado.
5. Acúmulo de placa y sarro
El cepillado diario es imprescindible, pero no suficiente.
Hay zonas a las que ni el cepillo ni el hilo dental llegan.
Con el paso de los meses, ese acúmulo se convierte en:
- Sarro
- Mal aliento
- Inflamación de encías
- Mayor riesgo de caries
La limpieza profesional elimina todo lo que en casa no puede eliminarse.
6. Riesgos para tu salud general
Las bacterias presentes en una boca no cuidada pueden afectar a otras partes del cuerpo, provocando o agravando:
- Enfermedades cardíacas
- Diabetes
- Problemas respiratorios
- Partos prematuros
- Procesos inflamatorios crónicos
La salud oral es salud general: no se pueden separar.
Entonces… ¿cada cuánto hay que ir al dentista?
Lo ideal es acudir a revisión:
- Cada 6 meses en la mayoría de los casos.
- Cada 3–4 meses si hay periodontitis, implantes o factores de riesgo.
- Inmediatamente si notas dolor, sangrado o sensibilidad repentina.
Las revisiones no solo previenen problemas: te ahorran dolor, tiempo y tratamientos largos.
En Dentesan estamos para ayudarte
Si ha pasado más de un año desde tu última visita, ahora es el momento perfecto para retomar el cuidado de tu boca.
Nuestro equipo te acompañará sin juicios, con cercanía y con un enfoque completamente personalizado.